Alegrías de Amaranto: el dulce crujido que enamora a México
Publicado el junio 10 2025,
Si creciste en México, seguro has probado una alegría de amaranto: ese cuadradito crujiente que combina semillas infladas con miel de abeja o piloncillo. Tras su sabor ligero, hay siglos de cultura, nutrientes de superalimento y un lugar privilegiado en la repostería moderna. Acomódate, prende tu antojo y acompáñame a descubrir por qué el amaranto sigue alegrando nuestros días.
1. Del maíz al amaranto: un viaje prehispánico
Antes de que el azúcar llegara a América, los mexicas ya endulzaban la vida con huautli, nombre náhuatl del amaranto. Lo usaban para figuras ceremoniales recubiertas de miel, como moneda y como ofrenda a los dioses. Con la llegada de los españoles la tradición cambió, pero el amaranto nunca dejó de cosecharse en Puebla, Tlaxcala y el Estado de México. Hoy, esa continuidad milenaria le da a cada bocado de alegría un sabor a historia viva.
2. ¿Por qué se le considera un superalimento?
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Proteína completa: aporta los nueve aminoácidos esenciales, algo raro en fuentes vegetales.
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Sin gluten: ideal para intolerancias o dietas celiacas.
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Minerales clave: calcio para huesos, hierro para energía y magnesio para el sistema nervioso.
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Bajo índice glucémico: sacia sin disparar el azúcar en sangre.
Un puñado de amaranto aporta más proteína que la avena y casi tanto calcio como la leche. Por eso cada mordida de alegría no es solo nostalgia: es energía compacta.
3. Del mercado a la mesa trendy
Las alegrías ya no se limitan al puestito de la plaza. Pastelerías artesanales cubren las barritas con cacao 70 %, chefs las desmoronan sobre bowls de açaí y foodies fitness las llevan al gimnasio como snack sin sellos. Incluso la NASA consideró al amaranto como alimento espacial debido a su densidad nutritiva y larga vida útil. ¡Orgullo mexicano orbitando por el cosmos!
La versatilidad no termina ahí: mezclar amaranto inflado con chocolate amargo crea un contraste de texturas digno de cualquier coffee-shop hipster, mientras tostar las semillas y añadir chile en polvo resulta en un topping perfecto para ensaladas. El límite está en tu imaginación culinaria.
4. Cómo elegir un buen amaranto
Para que tu snack quede de diez, pon atención a estos detalles:
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Color uniforme: las semillas deben verse beige claras, sin puntitos negros.
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Aroma tostado y ligero: si huele rancio, descártalo.
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Origen: busca sellos de comercio justo que garanticen pago digno a productores mexicanos.
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Empaque: prefiere bolsas reciclables con válvula de frescura.
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Fecha de tostado: mientras más reciente, mejor crunch.
5. Innovación y futuro crocante
El amaranto vive un nuevo auge. Empresas mexicanas lo usan para bebidas vegetales, harina sin gluten y proteínas texturizadas. Universidades desarrollan snacks fortificados para combatir desnutrición infantil; start-ups exportan barras de amaranto con cacao orgánico a mercados gourmet en Europa. Todo sin perder la esencia: calidad artesanal y sabor auténtico.
6. Franqueti
Dicen que “panza llena, corazón contento”, y con amaranto podemos sumar: “crunch ligero, energía al cielo”. ¿Listo para endulzar tu rutina con un clásico nutritivo? Explora nuestro catálogo en www.franqueti.com y descubre todas las creaciones con amaranto que preparamos para ti. Tu próxima alegría está a un clic de distancia. 🌾✨
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